martes, 12 de octubre de 2010

Actividad propuesta. Problema SchÖn.

Hoy en la práctica, hemos trabajado sobre los dos problemas que existían en dos situaciones de enseñanza diferentes.
El primero era de aparente fácil solución; Una alumna de atletismo tenía problemas en la batida de salto de longitud. El problema es analítico, tiene una solución clara, instrumental. A esto yo añadiría la definición que Passmore propuso acerca de capacidades abiertas y cerradas. En este caso, sería una capacidad abierta, en la cual la repetición de ejecución va haciendo más fácil la solución, que acaba siendo autómanta. Según SchÖn habría una separación entre fines y medios.
El segundo era un tanto más complicado. Es un problema humano, en el que hay que entender el contexto en el que se da la situación para poder resolverlo. La racionalidad técnica sola, se queda corta en este caso, y se debería de hablar de una separación entre reflexión y acción (SchÖn). Se deberían de dominar las capacidades abiertas, que son más humanas, y cuya repetición de ejecución, lejos de facilitar su ejecución hace más complicado aún llegar a dar con su éxito resolutivo.
Sobre éste segundo ejemplo hemos estado debatiendo y reflexionando. El profesor ha comentado que al ser imprescindible la reflexión, no hay una única solución al problema, algo que varios le han denegado. En mi opinión, todos son culpables y vítimas al mismo tiempo. Vayamos uno por uno.
Marta: Debería estar más atenta a la clase, actuar de mediadora i anticiparse a las situaciones de riesgo, como buen árbitro del juego. Si tienes alumnos que no tienen las mismas capacidades que otros, hay juegos más cooperativos en lugar de tan competitivos, y proporcionar un feedback adecuado que estimule la motivación de los alumnos siempre ayuda. No obstante, el juego no es un mal juego dentro de lo que cabe, pues los niños necesitan la competición, pues es una fuente de diversión enorme. ¿Entonces, que otros factores se han visto involucrados en el problema? ¿Deberíamos considerar a Marta como una víctima al haberse preparado en un entorno que le ha transmitido unos valores de la educación física que no son los mejores?
María: Es una niña al fin y al cabo. Es cruel y por tanto culpable, pero también una víctima. Víctima del entorno que le ha hecho sentirse superior a otros alumnos por el mero hecho de tener mejores habilidades que el resto. Esto es algo que se ha fomentado siempre en la educación física, con la orientación que se le da, y la responsabilidad de ésto es de la profesora.
Juan: Es un niño avasayado por las burlas y bochornos públicos a los que aún no se ha acostumbrado, ni ante los que se ha resignado. Eso es al menos una buena noticia. Él siente que está participando en la clase y que de repente le quitan la pelota y de paso le recuerdan lo gordo que está. Bien, es entendible que se pueda poner a llorar, pero es peligroso darle la razón por eso, pues entonces estaríamos discriminando a los demás. No se puede resolver una discriminación con otra. Eso es probablemente a lo que Juan está a costumbrado, y por eso se pone a llorar. Si en lugar de bailarle el agua, se le proporciona un reto que pueda conseguir, y ante cuyas adversidades él pueda imponerse, lo más probable es que empiece a llorar, pero también le estaremos haciendo un gran favor a largo plazo. Se podría decir que Juan también es una víctima.
Con estos tres análisis, nos damos cuenta de la complejidad del asunto. Hay que reflexionar, no hay una solución clara y concisa que vaya a resolver el problema. Todos son víctimas e infractores.
Yo creo que para solucionar este asunto, no hay que detener la clase. Hay que reñir/castigar/actuar sobre María, y después hablar con Juan en presencia de María comentándole que en esos casos no se debe llorar, sino comunicar el problema habido al profesor. De este modo la clase no se interrumpe y los dos ven que su comportamiento no les va a llevar a ningún lado. Lo que está claro es que es un problema que no se puede dejar pasar o pensar que es algo "normal" en una clase.
En cuanto a si esto es una solución, o más de una, etc... lo cierto es que no me importa lo más mínimo, el caso es que se tenga en cuenta. No hay tiempo de meterse en batallas terminológicas, pues son, salvo en contadas ocasiones, una pérdida de tiempo. Sí que es cierto que se debe reflexionar sobre el tema, que la solución no es analítica, y que alomejor la solución que yo he propuesto no sea certera, pero si nos planteamos ese hecho como un problema, estaremos en el camino correcto para llegar a su solución. Es una cuestión de actitud; humana, abierta, reflexiva, social... como quiera llamársele.

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