domingo, 5 de diciembre de 2010

El deporte es cultura. El deporte es arte.


En el partido de ayer, 4 de diciembre de 2010, Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura, fue invitado a hacer el saque de honor.


Antes de que protagonizara dicho momento, le hicieron una entrevista en el palco, donde le preguntaron acerca de su relación personal con el deporte. Aquí es donde asintió si miramientos que "no hay ninguna incompatibilidad entre el fútbol (deporte) y la cultura", y que "la expresión del deporte en general, forma parte de la cultura de un pueblo".


Muchos son los datos que me vienen a la cabeza en relación a esta afirmación, y todos ellos del libro "Educación Física, movimiento y curriculum", de Arnold (deportividad, cultura, arte, valores intrínsecos/extrínsecos, conocimiento práctico y teórico, etc...)


No fue solamente la imagen de ver a un Premio Nobel de Literatura sonriendo mientras le da una patada a un balón (una imagen vale más que mil palabras), sino la opnión que el mismo manifestó abiertamente, y con la convicción que proporciona el hablar de algo que afortunadamente está comenzando a darse por sentado.




Paralelamente a este hecho, pude apreciar algo parecido en la rueda de prensa post-partido en la que compareció el entrenador del Valencia Unai Emery; "En el fútbol, se puede ser muy bueno, pero también hay que tener valores humanos". Estas declaraciones, no obstante, existieron como crítica a Xosé Mourinho, entrenador del Real Madrid.

Juan Pablo, Semicharmed life...


"Hola, me llamo Juan Pablo, tengo 14 años y creo que no sé que quiero hacer en un futuro, ni en qué soy realmente bueno, al menos sin que me lo diga alguien antes, claro. Entre los exámenes que tengo que hacer todas las semanas, los deberes para casa, los sermones de mi profesor, las clases de inglés después de clase, las lecciones de piano y el equipo de fútbol, creo que no tengo tiempo casi ni para saber por qué respiro. Creo que a día de hoy aún no he podido elegir qué quiero hacer ni por qué, pero no puedo recriminarle eso a nadie, pues se supone que todo esto se está haciendo por mí... Mi madre me sigue diciendo que es por mi bien. Para que mi inteligencia sea “espoleada”, ser más listo que los de mi clase y para tener un mejor futuro. Espero que ese futuro llegue pronto porque lo que es el presente se me está atragantando bastante..."


En este relato, he intentado plasmar varias de las funciones sociales de la educación.


En primer lugar, se puede apreciar la de adaptar a los individuos al grupo. En este sentido, Juan Pablo está realizando un montón de actividades intra y extraescolares que se suponen imprescindibles para que pueda formar parte de la sociedad en un futuro de un modo adecuado. El único problema es que a veces nos olvidamos del individuo y hacemos cualquier cosa para que éste se pueda adaptar al grupo, y ése es el problema que está sufriendo Juan Pablo.


Asimismo, se puede ver como la función de selección social también tiene su representación. Ésta estaría relacionada con la anterior, pues Juan Pablo no está realizando esa cantidad de actividades sólo para un futuro, sino también para un presente. Se supone que ahora es mejor que otros niños porque está haciendo más actividades y eso repercutirá en que en la escuela le vaya mejor ahora. Se hace una relación directa entre destacar en la escuela hoy, con la de destacar en un futuro. Y es que según dice él, la diversidad de actividades que hace, le ayudarán a rendir más en el colegio pues su inteligencia estará siendo “espoleada”, aunque él no sepa lo que eso quiere decir.


A su vez, esto recién descrito estaría relacionado con la función de promover el desarrollo material de la sociedad, pues a Juan Pablo se le está otorgando una base y una selección que elevará su nivel cultural, y que en consecuencia mejorará el futuro de su país. Sobre él se está depositando el derecho y la responsabilidad de que el futuro de su país depende de la calidad de sus conocimientos.


En conclusión, se han visto tres funciones sociales específicas. Bien llevadas podrían tener una justificación extrínseca muy válida, pero en el caso de Juan Pablo no es así, pues no son un complemento sino el centro de su educación.


Autoevaluación: Creo que en esta actividad me pondría un 9. Pienso que he podido relacionar los contenidos de una forma concisa y clara, y el hecho de explicar el relato en primera persona ha hecho más personal el trabajo, cosa que ha hecho que varios compañeros optaran por seguir el mismo formato cuando leyeron el relato unas semanas atrás entre los comentarios. Quizás me haya olvidado de alguna función social, pero creo que tres es un número suficiente para explicar el objetivo del trabajo en menos de 500 palabras. En general estoy bastante satisfecho del trabajo realizado.

lunes, 22 de noviembre de 2010

"OBRA DE ARTE"


No he podido evitar sonreír al relacionar este gol con contenido del tema 6 del Libro de Arnold. ¿Lo estético no tiene por qué ser arte?¿El hecho de que un elemento no sea considerado arte no tiene por qué dejar de ser estético? La relación vino al oír que el locutor del partido denominó a este gol como una "auténtica obra de arte".




jueves, 18 de noviembre de 2010

ESTO ES DEPORTE


Me gustaría compartir este video con todos vosotros.


Este es Vincent Berger. Un joven con síndrome de Down, que juega en un equipo de highschool (educación secundaria) en Estados Unidos.


Por si había alguna duda acerca de los beneficios que el deporte puede aportar en sí mismo a la formación de la persona en edad escolar, aquí va una buena ración de superación, integración, empatía, solidaridad y un larguííísimo etcétera (para ver, hacer click en el enlace)



miércoles, 17 de noviembre de 2010

Reír por no llorar...


Siguiendo con la buena costumbre que comenzó un compañero de clase (las buenas costumbres no deberían perderse nunca) he decidio colgar esta viñeta que trata en clave de humor la situación crítica que sufren los contenidos del curriculum en las clases de hoy en día.



Aquí va una reflexión que me surgió al leer algunos de los artículos utilizados para la actividad obligatoria para clase. Espero que os guste.



¿QUIÉN NOS PONE LA PIERNA ENCIMA...?



Son muchas las teorías sobre cómo inculcar las capacidades sociales y humanas en la población joven. Centrémonos en las que incluyen el entorno educativo como co-responsable en la formación de esos valores.


Amparo Martínez Sánchez, en su división del campo didáctico, habla de tres dimensiones; la interactiva entre el profesor y el alumno, la curricular, y la situacional, en la que se incluyen aspectos ambientales, socio estructurales, organizativos y del clima del aula. Por su parte, José Ángel Paniego disecciona el ámbito educativo-escolar en varios apartados, entre los que se encuentran; realidades sociales, medios de socialización, medios instrumentales, actitudes cooperativas grupales, y el desarrollo personal.


En resumen, se puede apreciar que la educación en valores y la escuela se encuentran en una situación de relación directamente proporcional. Se habla incluso a veces del llamado Curriculum oculto. El Curriculum oculto es un término acuñado en 1992 por Jackson, consistente en la idea de que en la interacción escolar que acontece en el aula se promueven una serie de resultados no intencionados. Pero estos resultados no fueron previstos por la institución o el docente y tampoco había una conciencia de lo que se estaba formando en los alumnos. (Díaz Barriga, 2006).


Personalmente creo que esto va más allá, que hay un responsable que está moviendo esto. Pongámonos a examinar la realidad que reina hoy en día. El profesorado está tan ocupado avanzando en la carrera de obstáculos burocráticos y el corporativismo, que apenas tiene tiempo de pensar en la creatividad. Esto está aniquilando el pensamiento crítico, las ganas de avanzar, y está fomentando el pensamiento de que se está haciendo bien el trabajo siempre y cuando se cumplan los requisitos impuestos por parte de la burocracia. Los alumnos reciben este mensaje indirectamente, y así continúa el ciclo.


En este sentido comparto la idea de Jackson cuando habla de la inconsciencia del profesorado, pues como dice Fernando Savater “el educador no elige la realidad” y por tanto pienso que hay alguien que se está beneficiando de la pasividad en la que la sociedad está inmersa. Es decir, que hay alguien que está promoviendo esa funcionalidad básica y estricta y se está aprovechando de la realidad que se está intentando crear.


Hablo del gremio que nos habla de la “realidad” a quien delegamos su gestión en buena medida; el gremio político. Rafel Agullol, afirma que la educación debería estar en primer plano tanto, que propuso en una entrevista eliminar de raíz los 3500 premios anuales del ministerio de cultura e invertir ese dinero en educación. Ese es un tema interesante. ¿3500 premios en un año? Esto se podría interpretar como una compra de la satisfacción social. Los ciudadanos con más capacidad de movilización social son galardonados, y ¿Cómo enfrentarse a aquel sistema que te acaba de otorgar un premio? Sería como criticarte a ti mismo…


Propongo echar la vista atrás y reflexionar sobre el hecho de que la historia la ha hecho avanzar las comunidades incómodas, las que estaban por debajo y se sublevaron ante lo establecido, no las que tenían el mando y los privilegios correspondientes. Pero para poder echar la vista atrás, hay que estar educado para tal, cosa que no se está proponiendo desde los estamentos de arriba. Qué curioso…



BIBLIOGRAFÍA:
· Díaz Barriga A. (2006) La educación en valores: Avatares del currículum formal, oculto y los temas transversales, REDIE, vol.8, 8 núm. 1. (1)

· Paniego García, J.A. (2000) Educar personas solidarias: El laberinto de la educación en valores, Contextos educativos: revista de educación, núm. 3, pág. 177-190.

· Martínez Sánchez, A. (1993) Dimensiones del espacio didáctico; reflexión crítica en torno a una realidad educativa, Enseñanza & Teaching: Revista interuniversitaria de didáctica, núm. 1, pág. 31-56.



miércoles, 20 de octubre de 2010

Actividad complementaria. ¿Clases o empanada a la boloñesa?

Comparto firmemente lo que el articulo defiende.Es meridinao que el darle un mayor protagonismo a los alumnos les proporcionaría un mejor aprendijaze, pensamiento crítico, y una mejor capacidad de selección y retención de información. Además, los profesores, al adecuarse al nuevo cambio, se involucrarían más, erradicando la dejadez que ha contaminado el sistema educativo.

El sistema quiere cabezas vacías que llenar, en lugar de una población activa que se de cuenta de que el pan y circo al que estamos sometidos no va a ningún lado. Por ello, pone una interminable lista de barreras burocráticas que convierte la educación en una carrera de obstáculos, y que acaba por aburrir hasta al el más predispuesto. Esto hace que los alumnos no tengan motivación, y los profesores tampoco, destruyendo vocaciones que llamaban a prosperar.

Oigo que la gente se queja de que se necesitarían más dinero para el Plan Bolonia que el actual y que lo tendríamos que pagar nosotros puesto que el gobierno no tiene dinero. Sí que es cierto que se necesita una mayor inversión, pero me parece increíble que gran parte de ella vaya destinada a eventos deportivos como el futbol indoor, la copa américa o la formula 1, o religiosos como la visita del papa, que aún se están pagando debido a las deudas. Lo he dicho ya pero lo repito. Pan y Circo.

Parece que la educación no le interesa a nadie. El cambiar su sistema, yo creo que es algo incómodo, más que perjudicial. Como el ponerse a dieta, hacer ejercicio, o dejar de fumar. Siempre se encuentran excusas para no hacerlo, pero mientras tanto nos vamos quedando atrás y por lo pronto el 90% de Europa ya nos lleva ventaja otra vez, para variar.

Actividad Complementaria. La clase

Buena película.

El hecho de que los niños de la película no sean actores, sino chicos y chicas normales de colegio, le da mucha veracidad. No hay mejor representación que la vida misma.Me parece muy bueno el enfoque que se le da al abandonar el escenario típico en el que sólo fallan los malos profesores, y de repente llega uno un tanto distinto y lo cambia todo antes de que te hayas podido dar cuenta.

Me gusta que muestren que es muy difícil también para los buenos profesores, y creo que relatan bien el proceso mediante el cual el profesor va acercándose a los alumnos.

Actividad complementaria Vargas Llosa

Todo lo que Vargas LLosa critica en el deporte, también lo criticamos lo que lo practicamos. Que exista en algunos casos no quiere decir que el deporte sea eso que él argumenta. Es una opinión partidista y un tanto demagoga, por parte de quién quizás sufrió los apaleamientos de un sistema que pone la victoria y virtudes físicas frente a todo. En eso estoy de acuerdo con él. En el fomentar más la libertad y eliminar en cierto modo los beneficios extrínsecos que la victoria conlleva, pues es en la motivación extrínseca donde empiezan a surgir los problemas y donde todo vale para conseguir un fin.

La educación es clave en este sentido. La educación desde los clubes, familias, colegios, entornos sociales, etc...Algo parecido ocurrirá en el mundo de la narrativa, en el que hay patadas por publicaciones y autores, y donde las editoriales entonan un "todo vale" para apoderarse de cierto escritor que gane premios, indudablemente meritosos y prestigiosos, a nivel internacional.

Actividad obligatoria 2. Ensayo ¿Qué es educar?


¿QUÉ ES EDUCAR?

La educación es clave, lo sabemos todos. Es cierto que se ha desarrollado mucho en los últimos tiempos, pero no lo suficiente. Vivimos en un sistema basado en los resultados, en el que el fin justifica siempre los medios, y donde por lo tanto se reduce el objetivo del aprendizaje a los resultados, que son obtenidos en un momento puntual y a veces casi por accidente. No se le da importancia al proceso de aprendizaje, en el que el sujeto va aprendiendo de la experiencia, madre de toda sabiduría, que además le va forjando en la realidad que le rodea, amamanta y prepara para un futuro.

Esto conlleva varios riesgos. En primer lugar fomenta una competitividad insana y casi animal por la obtención de resultados, y en segundo crea una mala formación y alienación de la sociedad en la que estamos tan ocupados por llegar a la meta que no sabemos lo que está pasando a nuestro alrededor.

La presión del entorno puede llegar a ser tal, que justifica casi cualquier cosa para obtener un resultado. Claro, ni se te ocurra pararte a digerir lo que estás aprendiendo, a ser amable con el compañero, a intentar adecuar lo que se te enseña con la realidad social, ¡no se te está pidiendo! Puedes sacar un 10 sin tener esa capacidad y eso es todo lo que necesitas para llegar a la meta. De hecho se te critica si lo intentas, pues entonces estás perdiendo el tiempo que podrías utilizar para atiborrarte de lo que después tienes que vomitar. Qué decir tiene que cuestionar este sistema te dejaría K.O. social y laboralmente, o duramente aturdido en el mejor de los casos.

No se miran las habilidades sociales, humanas, que a veces se interponen en los resultados. Es lógico, se tarda más en educar a una persona que en hacerla memorizar. Esto hace que tengamos todos que seguir el ritmo frenético impuesto por un sistema desconocido al que hay que satisfacer y en cuyas manos dejamos nuestra satisfacción personal. Díaz Barriga (2006), habla de un “pregonamiento general del pragmatismo exacerbado, un estado de “placer” o “satisfacción” inmediato y una visión de lo útil.”

Pero es también el propio entorno más cercano, el que consideramos como báculo de nuestras desdichas, el que habiendo sido ya infectado puede estar haciéndonos más daño. El otro día escuchaba en la radio una entrevista al ex presidente del gobierno Felipe González, en la que desarrollaba algunas de las ideas de su nuevo libro “Mi idea de Europa”. Gran parte de la entrevista estuvo destinada a hablar sobre la situación educativa y social de España. Él remarcaba esta misma idea. “Los padres no dudan en pagar una entrada del piso a sus hijos, pero rara es la vez en la que están dispuestos a apoyar moralmente o financiar un proyecto, una idea abstracta, algo nuevo en resumidas cuentas. Prefieren que se haga funcionario y punto“. Y es cierto, muchos piensan que lo mejor es ir a lo seguro, a lo que ya está hecho por el sistema, para formar parte de él desde una posición “privilegiada”. Es una visión un tanto egoísta de la sociedad si lo pensamos, pues tendemos a criticar el status quo, únicamente cuando no nos es favorable desde un punto de vista personal y subjetivo. Sería algo así como mirar los toros desde la barrera, en lugar de coger el toro por los cuernos.

Son muchas las teorías sobre cómo inculcar esas capacidades sociales y humanas en la población joven, centrémonos en las que incluyen el entorno educativo como co-responsable en la formación de esos valores. Amparo Martínez Sánchez, en su división del campo didáctico, habla de tres dimensiones; la interactiva entre el profesor y el alumno, la curricular, y la situacional, en la que se incluyen aspectos ambientales, socio estructurales, organizativos y del clima del aula. Por su parte, José Ángel Paniego disecciona el ámbito educativo-escolar en varios apartados, entre los que se encuentran; realidades sociales, medios de socialización, medios instrumentales, actitudes cooperativas grupales, y el desarrollo personal.

Es cierto lo que dice Fernando Savater, cuando asegura que el ser humano no elige la realidad, y por ello debemos hacernos parte de ella , involucrarnos para que ésta se beneficie de nuestro conocimiento del mismo modo que nosotros lo hacemos de ella.

martes, 12 de octubre de 2010

Actividad propuesta. Problema SchÖn.

Hoy en la práctica, hemos trabajado sobre los dos problemas que existían en dos situaciones de enseñanza diferentes.
El primero era de aparente fácil solución; Una alumna de atletismo tenía problemas en la batida de salto de longitud. El problema es analítico, tiene una solución clara, instrumental. A esto yo añadiría la definición que Passmore propuso acerca de capacidades abiertas y cerradas. En este caso, sería una capacidad abierta, en la cual la repetición de ejecución va haciendo más fácil la solución, que acaba siendo autómanta. Según SchÖn habría una separación entre fines y medios.
El segundo era un tanto más complicado. Es un problema humano, en el que hay que entender el contexto en el que se da la situación para poder resolverlo. La racionalidad técnica sola, se queda corta en este caso, y se debería de hablar de una separación entre reflexión y acción (SchÖn). Se deberían de dominar las capacidades abiertas, que son más humanas, y cuya repetición de ejecución, lejos de facilitar su ejecución hace más complicado aún llegar a dar con su éxito resolutivo.
Sobre éste segundo ejemplo hemos estado debatiendo y reflexionando. El profesor ha comentado que al ser imprescindible la reflexión, no hay una única solución al problema, algo que varios le han denegado. En mi opinión, todos son culpables y vítimas al mismo tiempo. Vayamos uno por uno.
Marta: Debería estar más atenta a la clase, actuar de mediadora i anticiparse a las situaciones de riesgo, como buen árbitro del juego. Si tienes alumnos que no tienen las mismas capacidades que otros, hay juegos más cooperativos en lugar de tan competitivos, y proporcionar un feedback adecuado que estimule la motivación de los alumnos siempre ayuda. No obstante, el juego no es un mal juego dentro de lo que cabe, pues los niños necesitan la competición, pues es una fuente de diversión enorme. ¿Entonces, que otros factores se han visto involucrados en el problema? ¿Deberíamos considerar a Marta como una víctima al haberse preparado en un entorno que le ha transmitido unos valores de la educación física que no son los mejores?
María: Es una niña al fin y al cabo. Es cruel y por tanto culpable, pero también una víctima. Víctima del entorno que le ha hecho sentirse superior a otros alumnos por el mero hecho de tener mejores habilidades que el resto. Esto es algo que se ha fomentado siempre en la educación física, con la orientación que se le da, y la responsabilidad de ésto es de la profesora.
Juan: Es un niño avasayado por las burlas y bochornos públicos a los que aún no se ha acostumbrado, ni ante los que se ha resignado. Eso es al menos una buena noticia. Él siente que está participando en la clase y que de repente le quitan la pelota y de paso le recuerdan lo gordo que está. Bien, es entendible que se pueda poner a llorar, pero es peligroso darle la razón por eso, pues entonces estaríamos discriminando a los demás. No se puede resolver una discriminación con otra. Eso es probablemente a lo que Juan está a costumbrado, y por eso se pone a llorar. Si en lugar de bailarle el agua, se le proporciona un reto que pueda conseguir, y ante cuyas adversidades él pueda imponerse, lo más probable es que empiece a llorar, pero también le estaremos haciendo un gran favor a largo plazo. Se podría decir que Juan también es una víctima.
Con estos tres análisis, nos damos cuenta de la complejidad del asunto. Hay que reflexionar, no hay una solución clara y concisa que vaya a resolver el problema. Todos son víctimas e infractores.
Yo creo que para solucionar este asunto, no hay que detener la clase. Hay que reñir/castigar/actuar sobre María, y después hablar con Juan en presencia de María comentándole que en esos casos no se debe llorar, sino comunicar el problema habido al profesor. De este modo la clase no se interrumpe y los dos ven que su comportamiento no les va a llevar a ningún lado. Lo que está claro es que es un problema que no se puede dejar pasar o pensar que es algo "normal" en una clase.
En cuanto a si esto es una solución, o más de una, etc... lo cierto es que no me importa lo más mínimo, el caso es que se tenga en cuenta. No hay tiempo de meterse en batallas terminológicas, pues son, salvo en contadas ocasiones, una pérdida de tiempo. Sí que es cierto que se debe reflexionar sobre el tema, que la solución no es analítica, y que alomejor la solución que yo he propuesto no sea certera, pero si nos planteamos ese hecho como un problema, estaremos en el camino correcto para llegar a su solución. Es una cuestión de actitud; humana, abierta, reflexiva, social... como quiera llamársele.

Actividad obligatoria 1. "El valor de la enseñanza"

EL VALOR DE LA ENSEÑANZA


Este capítulo trata varios temas subyacentes, pero todos ellos giran alrededor del mismo eje; El valor humano, social y moral que se está olvidando y que tanta falta hace, y el proceso mediante el cual se erradicó lo humano para darle el protagonismo a lo instrumental.

Comienza con la importancia de lo social, las relaciones humanas. Habla del tiempo y del espacio como el escenario sobre el que nos tenemos que mover. El espacio por ser nuestro hábitat, y el tiempo como algo relativo, pues no ha vivido más quien más años ha vivido, sino quien más vida ha tenido en sus años. Esto conlleva que cualquiera pueda aprender de cualquiera, profesores de alumnos, padres de hijos, niños de otros niños, etc… Es una crítica clara a lo jerárquicamente establecido, donde las relaciones son unidireccionales para alimentar la vanidad de los supuestos eruditos. Se puede relacionar con el nuevo sistema educativo, donde los alumnos pueden enseñar algo al profesor, forman parte activa de la clase.

Hoy en día se le da más importancia a los aspectos funcionales, y “políticamente correctos” que a los humanos, cuando el protagonismo debería ser compartido en el peor de los casos. Se comenta en el capítulo que alguien para aprender algo tiene que tener en cuenta el pasado para poder relacionar el nuevo contenido, y también el futuro, para que ese contenido pueda perdurar. Pues bien, para que esto se dé es imprescindible el factor humano, el no estar alienado de la gente, el no sentirse mejor o superior por dominar factores funcionales. Lo aprendido se debe relacionar, y para ello es necesario abandonar la idea de educación de que los alumnos deben vaciar sus cabezas para llenarlas de la sabiduría de las “eminencias”. También se tiene que poner en práctica, por lo que habrá que relacionarse con el mundo para demostrar que se entiende. Esto me huele a boloñesa…

Para explicar esto, Savater hace un trabajo espléndido al explicar algo tan contundente y objetivo como la historia del mundo como principal razonamiento que soporta esta idea.
Habla de que en Grecia había un pedagogo, quien se dedicaba a enseñar a los niños los valores humanos, sociales y trascendentales para la vida, y un educador, quien se centraba en los factores instrumentales. Se le daba más importancia al primero, quien preparaba para una vida activa, que al segundo, quien enseñaba las facultades necesarias para la vida productiva. No obstante, los dos tenían su parte del pastel.

También hace referencia a John Passmore para explicar lo mismo de un modo distinto. Las capacidades abiertas y capacidades cerradas. Las capacidades cerradas son aquellas que se pueden dominar absolutamente. Aquellas cuya práctica hace la perfección y en las que el automatismo es el límite de lo que es considerado más funcional que otra cosa. Por otro lado, las capacidades abiertas son todo lo contrario. Las cuanto más se ejercitan más se complican y cuyo completo dominio es imposible, pues su margen de mejora es infinito. Ejemplos serían el razonar, hablar, etc..

Estas últimas están ligadas a lo denominado “capacidad de aprender”. Esa actitud e inquietud que llama activamente al aprendizaje, sin el estímulo de una persona “superior” que motive a abrir la cabeza para entonces llenarla de datos. Es algo de muchísimo valor, pues no tiene fecha de caducidad ni de expiración con la entrega de un diploma.

Todo lo descrito se puede relacionar fácilmente con la situación del cambio de modelo educativo actual. Hasta ahora, se le da más importancia a lo funcional, instrumental y automatizado que a lo natural, social y humano en el aprendizaje. Sólo se buscan “almacenes que llenar”, o “estanterías vacías” que se dediquen a satisfacer lo establecido y no cambien la situación que a tantos puede estar beneficiando egoístamente. Se debe recuperar el “intercambio social”, el “reconocimiento de lo humano”, que haga a las personas libre para poder elegir. Se le daría más al “coco”, y se fomentaría el pensamiento crítico que los de arriba tanto temen (curriculum oculto). Los alumnos con el plan Bolonia son tratados de un modo igual que los profesores. Se les da la oportunidad de ser útiles en base a su poder humano, social e intuitivo.