martes, 19 de abril de 2011

Rendimiento: ¿Ser o no ser?


Aquí os dejo una pequeña reflexión sobre la ideología del Rendimiento que ha servido como conclusión para el trabajo que hemos hecho en clase.



IDEOLOGÍA DEL RENDIMIENTO

Existe en la actualidad un abuso de la ideología del rendimiento en los colegios y en la vida, que creemos es negativa para la sociedad en la que vivimos. Los valores que se transmiten van encaminados a vencer y alcanzar logros a toda costa, y tienden a desdeñar los procesos de aprendizaje, pues el fin suele justificar los medios.

Esta situación se escuda tras una concepción, casi apocalíptica, de la supuesta realidad que los niños se encontrarán cuando salgan de la escuela, donde un Darwinismo elevado a la máxima potencia les juzgará bajo la ley de la selva.

Lo primero que debemos tener claro es que los niños son el futuro, sí. Pero son niños.

Queremos un entorno educativo en el que no haya miedo a preguntar y en el que el aprendizaje activo tome un papel principal. Donde se aprenda de los errores y no haya miedo a “perder el tiempo”. Pues el tiempo no se pierde, se utiliza con una tendencia positiva o negativa hacia el esfuerzo y el pensamiento crítico, al margen de cuántos errores o aciertos tengamos en nuestro haber.

Es cierto que hoy la gente quiere soluciones rápidas y fáciles a los problemas que les surgen, y con ello no sólo están banalizando sus problemas, sino también sus vidas. Hay situaciones, fenómenos, que necesitan una reflexión, una dedicación, y una capacidad de análisis que sólo se puede hacer si se pone el esfuerzo necesario. Nuestra educación es uno de ellos.

No obstante ¿Qué será de los resultados si renegamos de ellos por completo? ¿Será positivo para el funcionamiento global?

Nos encontramos en un contexto educativo en el que está habiendo cambios. Ciertamente, la tendencia actual es la de romper con el pasado, y comenzar a evaluar los procedimientos, competencias, etc. Pero no es menos cierto que no debemos olvidar la importancia del resultado, y en la objetividad del cambio está la clave de su éxito.

Quizás la clave esté en el término medio, una vez más; una educación donde se le dé importancia al proceso de aprendizaje y se favorezca un pensamiento crítico y un método inductivo que vaya de la mano del esfuerzo, pero que a su vez no se diluya en la colectividad, proporcione una recompensa individual y no merme la búsqueda de la excelencia.

La competitividad puede ser algo bonito, si se asientan unas bases lógicas y sanas para el ser humano.



No hay comentarios:

Publicar un comentario